Con la vehemencia de la juventud, voy camino de la madurez, yo nunca me haré mayor, yo no puedo envejecer.

No me lo puedo permitir, tengo demasiadas cosas que hacer, he de seguir siendo joven, sé que lo conseguiré.

Saltando todos los charcos, subiendo todas las cimas, bajando por los barrancos, asomándome a las simas.

Tengo mucha vida por delante, no tengo tiempo de quejas, ni de achaques, ni enfermedades, ni de dolores de viejas.

Tengo que comerme el sol, y bailar con esa estrella, tengo que seguir expandiendo todo el amor que me inunda, que se me sale del pecho y ama de forma profunda.

Soy una fuente de amor que brota sin pausa, ni mesura, que no conoce el dolor, que desparrama hermosura, que te regala una flor y te besa con ternura.

Porque Pankara, mi amor, no se marchitará nunca.