APRENDER A DESAPRENDER

Empieza temprano el plan de adoctrinar al humano.

Se lo quitan de las manos a su papá y su mamá.

Los papás ilusionados se lo entregan al estado que de inmediato te unge con un número de serie y pasas a ser un muerto antes de tiempo.

Entonces sigue la cosa de aula en aula, aprendiendo cosas que de poco han de servirte para hacerte compatible con vivir en equilibrio entre tu mente y tu espíritu.

Y así dale que te pego, te vas haciendo mayor mientras pierdes la alegría y un poquito la ilusión.

Mientras vas teniendo miedo al castigo y la obsesión de ser mejor y más bueno para que no te den carbón.

Y te pierdes a ti mismo y a tu poder interior, y te entregas al trabajo como si no hubiera nada mejor.

Porque has de ser útil y válido en este mundo de locos. Porque no vales otra cosa que lo que te digan los otros.

Se desdibuja tu cara, tu sonrisa es una mueca, has perdido la partida de la magia de vida.

Y empiezas a preguntarte para que has venido al mundo.

Olvidaste la misión cuando saliste del útero.

Recuerda, párate, frena. Rebobina y recupera la energía que trajiste cuando a este mundo viniste.

Eres un ser poderoso, capaz de cualquier milagro.

Despierta pues del letargo y sal al mundo a explicar, a ofrecer, a regalar toda tu sabiduría que has mantenido escondida, que te han querido robar.

Eres sabio hermano humano, eres grande y soberano, eres libre, independiente, eres bello, eres valiente.

Olvídate del pasado y conviértete en el mago, el mismo mago de Oriente.

NO PAIRES MAIRES

Era demasiado joven cuando mi mamá se fue. Y no pude despedirme como nos merecíamos.

La soñé muchas veces y hasta la perseguí por la calle buscando su silueta entre rostros desconocidos.

He necesitado sus consejos muchas veces después. Y he lidiado en duras plazas sin ayuda ni red.

No sabes lo que pierdes cuando pierdes a tu madre: pierdes el referente, el útero amable.

Pierdes la caricia y el abrazo infinito, pierdes tu alter ego, tu madre eres tú mismo.

Pero después de enjuagar las lágrimas y no tener consuelo, después de eternas noches buscándola en los cielos. De repente la ves en tu rostro maduro, en tus gestos, tus risas, en tus rizos oscuros.

Te ves como era ella, sin trampa ni cartón, te ves como esa abuela que hoy canta su canción.

Te miras al espejo y la recuerdas bella y ella socarrona te devuelve la visión.

Tu mamá está en ti misma y esa es una buena razón para darte un abrazo y seguir con tu misión.

DESCARGA DE ENERGÍA

No cuentan los días, no importan las horas, se ha parado el tiempo, empieza la aurora.

Es un nuevo tiempo, una nueva vida. Se descorre el velo, se activa la energía.

Somos los pioneros de la nueva era. Abrimos los brazos, te damos consuelo.

Y quizás somos pocos, pero nos bastamos, llevamos antorchas siempre a nuestro lado.

Venimos de lejos, surcando los cielos, vivimos mil vidas y cien mil deseos. Pero hoy ya sabemos cuál es la misión: despertar al mundo de tanto dolor.

Y no es muy osado, somos muy humildes, tenemos muchos sueños tiernos e infantiles.

Somos hadas, genios, enanitos, gnomos, somos muy pequeños y a la vez muy sabios.

Somos esas brujas de los viejos cuentos, hoy resucitadas, no tenemos miedo.

Somos los guerreros de este nuevo tiempo, llevamos el alma a pecho descubierto.

Para darte besos hasta el infinito y hacer este mundo más bueno y bonito.

UN MUNDO FELIZ

Acertó con el título el amigo Huxley, un mundo feliz auguró hace años, inventando un modelo de sociedad que parece estar cuajando en la mayoría.

Por suerte hay una inmensa minoría que es feliz sin que le digan cómo, que todavía sabe como quiere vivir sin que le marquen el camino, que aún sueña con el mundo feliz que vive en su interior libre de normas y mascarillas.

Una inmensa minoría capaz de darle la vuelta a la distopía, una inmensa minoría, tan inmensamente despierta que es capaz de crear la masa crítica para que cuaje y se extienda la masa de la conciencia, como un dulce pastel del que todos comerán.

Un inmensa minoría alegre y confiada, trabajadora y esperanzada, creadora de la realidad utópica que soñábamos cuando éramos niños y todavía no habíamos sido domesticados.

Somos ‘los Pricipitos’ de Exupery, ‘los Robin Hood’, ‘los supermanes’, los guerreros de la Luz dispuestos y preparados para librar la última batalla.

La batalla que se libra en cada corazón cuando te permites sentir el amor que eres. El amor que somos. El Amor que ES🙏

EN VELA

Amanece en la montaña inmensa, imponente, austera.

Explosionando colores, preñada de otoño, de días más cortos y de noches en vela.

Te miro montaña de eras y eras que conoces mis sueños y mis primaveras.

Te miro y deseo fundirme contigo, meterme en tus árboles y que me des abrigo.

Que acunes mis noches cuando tengo frío, que seas mi brújula para encontrar el camino.

Te miro montaña tan grande, tan llena, de seres pequeños y de hadas tiernas.

Te miro y no quiero dejar de mirarte, no hay nada mejor en ninguna parte.

Los bares están cargados de máscaras, los hombres miedosos acechan tu casa.

Por eso montaña te miro y te miro y quiero contigo crear mi destino.

NADA MÁS Y NADA MENOS

Desde un lugar de sosiego donde nada es importante, donde los pájaros cantan y mi corazón se expande.

Me atrevo a darte un consejo de abuela vieja y amable:

No temas más y no sufras, no alimentes a la bestia.

Disfrázate de sonrisas, deshazte de las tristezas.

Despiértate con el sol y cómete su calor, desayuna con el prana y digiere su esplendor.

Camina después un poco, escucha aquel ruiseñor, ama mucho y piensa poco.

Sé cada día mejor.

Regala besos y flores y acaricia tu interior.

Descúbrete milagrosa, poderosa, superior…

Eres como aquella rosa que siempre huele mejor, que adorna toda la estancia que sube la vibración.

Nada más y nada menos tienes que hacer, corazón.

Solo ilumina y confía.

Eres un faro de amor.

Todo Es, todo es tá hecho.

Nada importa. Solo Dios. Y lo llevas en el pecho.

Conecta con tu interior.

Somos esencia divina unidos por el Amor.

MIRA AL CIELO

Cuando se apague la luz…mira al cielo.

Cuando haga mucho frío…mira al cielo.

Aunque no tengas comida…mira al cielo.

Si te amenazan y persiguen…mira al cielo.

Si no te dejan viajar…mira al cielo.

Si te quieren etiquetar…mira al cielo.

Manténte fiel a tu Ser, no vayas a claudicar, todo está por acabar, mira al cielo y lo sabrás.

SOMOS LIBRES

Nos podrán amenazar, se inventarán nuevos virus, nos querrán amedrentar y asustar y dividirnos…

Pero no lo lograrán, hoy la suerte ya está echada. La partida es un farol y ellos ya no valen nada.

¿Acaso no has visto el sol, cómo le brilla la cara? ¿Te has fijado en las estrellas? ¿En el mar? ¿En las montañas?

Están todos celebrando la buena nueva esperada. Estamos en una fiesta largamente preparada.

Hoy el cielo es más azul, el viento me acaricia la cara. Las nubes son de algodón y los pajaritos cantan.

Por la noche las luciérnagas alumbran como si nada y el águila más grandiosa se pasea por mi casa.

La casa del corazón late con sangre renovada y contagia la ilusión a quien quiera visitarla.

AL UNÍSONO

Como un sólo corazón latiendo al compás del tiempo, sin horarios, sin rutina, viviendo la maravilla.

Escuchando los latidos de nuestra madre divina.

Somos una tribu humana que honra a la pachamama.

Los habitantes antiguos que poblamos estas tierras, los viejos sabios, las brujas, los niños de las estrellas.

Fuimos de todas las razas, vinimos de dentro y de afuera, a veces hicimos magia otras hicimos la guerra.

Y estamos aquí de nuevo para seguir la misión, esta vez ya no hay ensayos, estrenamos la función.

Y nos volvemos a unir y nos tomamos las manos, para vernos y mirarnos con nuestros ojos humanos.

Fuimos amantes y padres, fuimos buenos y villanos, hicimos bien los papeles, cumplimos con el reparto.

Y estamos aquí de nuevo para seguir actuando, para cantar al unísono que el amor de nuestro padre es un amor sin pecado.

El amor universal que cura de todo mal.

Y podemos superar las peores pesadillas y sabemos perdonar sin ponernos de rodillas, porque somos compasivos pero no somos pazguatos, porque somos seres buenos y creemos en milagros.

Porque merece la pena continuar la misión y devolver a esta tierra un poquito de ilusión.

Y juntos somos más fuertes y ya no tenemos miedo, formamos un corazón que hoy casi llega hasta el cielo.

Y latimos al unísono del sol y la madre tierra.

Y no nos van a acallar, ya se acabaron las guerras.

Bienvenido al nuevo edén, a la tierra prometida y levanta la cabeza, se acabó la pesadilla.