VOLVIENDO A LOS OCHENTA

Nos dieron para mucho esos pocos diez años. Para sembrar los sueños que pasaron de largo.

Para engendrar los hijos que la vida propuso, para enfrentar la ausencia, para querernos mucho.

Nos dieron para mucho esos locos ochenta, donde no había teléfonos que nos entretuvieran.

Donde andábamos rectos sin bajar la cabeza, sin mirar sin parar el Whatsapp que nos tienta.

Fueron cortos e intensos, la juventud aprieta. La crianza es difícil, la soledad inmensa.

Y no habían amigos, ni cerca ni a la vuelta. Sonaba alguna radio y el cassette de la tienda.

Pasaron como un rayo, sin darme apenas cuenta, entre risas de niñas eternamente ingenuas.

Pasaron y ahora siento que aún están muy cerca, sólo falta mi madre, mi padre y mi añorada abuela.

Disfruta del momento, aunque eso sólo tengas. No importa nada más, sólo el SER que es tu esencia.

Y cuando, de reojo, vuelvas la vista atrás, recuerda que el ahora nunca más volverá.

MATANDO AL EGO

Capa a capa, despacito, sin penita ni rencor, voy despellejando al ego, sin pausa, con mucho amor.

Lo llevo haciendo hace tiempo, porque hace falta valor. Hay que morir para, luego, resucitar del dolor.

Es un ego muy antiguo y se ha hecho muy mayor y ya no tiene sentido que quiera ser mi bastón.

Y no lo mato con pena, se muere con mucho amor, es un chico bondadoso y le tengo compasión .

Y así me enfrento a la rabia y a  la pena más profunda, a la tristeza del alma y a la ansiedad más oscura.

Lo mato desde la vida que me espera al otro lado. Se inclina y me da las gracias. Es un ‘eguito’ educado.

No es fácil matar al ego, se esconde en cualquier rincón, es un tipo ignominioso, intoxica el corazón.

Y tal vez aún no esté muerto, sólo lo he dado un ‘hostión’. No importa, yo soy más fuerte, conseguiré la misión.

Capa a capa, cual cebolla, despellejándome viva, hoy me siento afortunada hoy valoro más la vida.

SER SIN ESTAR

Practicando el desapego intento Ser sin estar.

Sin provocar sufrimiento, contemplando desde atrás.

Dejando que todo fluya sin tenerlo que forzar.

Sin interferir en las cosas que no debo controlar.

Confiando en el presente, en el camino al andar.

En todo lo ya vivido y en lo que aun vivirás.

Confiando por eres luz, amor y bondad.

Porque Dios está contigo cuando más oscuro está.

Practicando el desapego que no es más que dejar ir.

Soltar sin miedo a soltar.

Mirar sin miedo a sufrir.

No temas, todo es perfecto. La ruta trazada está.

El Amor más verdadero se ama sin sofocar

Sin dolor, sin sufrimiento. Con fe, con confianza total.

Todo está bien. Es perfecto. Cuida tus pies y deja andar.

VIVIMOS EN UNA GRANJA

Vivimos en una granja, todos juntos y apretados. Nos mezclan entre nosotros y nos van acumulando.

Y no sabemos qué pasa, nos ponen las orejeras, para que no nos de miedo y no escapemos por piernas.

Es una granja bonita, de colores variopintos. Unos visten elegantes, otros parecen mendigos.

Nos clasifican por clases, por edades, por distritos. Nos marcan con mil señales, somos ganado bonito.

Y nos vamos desgastando, de tanto pienso ingerido, nos inoculan veneno que tragamos con ahínco.

Porque en esta granja, nadie se reconoce encerrado, no te puedes liberar, no sabes que eres esclavo.

Y si un día te percatas que todo era un vil engaño, entonces te darás cuenta y saldrás pronto volando.

Te perseguirán por tierra, por aire y hasta por mar, pero el hombre que despierta no se vuelve a esclavizar.

ESTAR EN EL MUNDO SIN SER DEL MUNDO

Que nada te afecte, que nada te importe, que seas como el cisne que no se ensucia el plumaje aunque se meta en el barro.

Que todo lo entiendas, que lo comprendas todo, que nadie te ofenda, que no pierdas el control ni los buenos modos.

Que seas ecuánime, equilibrada y sabia, compasiva, empática, prudente, carismática.

Que si te equivocas, rectifiques pronto, que nunca critiques ni juzgues a a otro.

En definitiva, que estés en este mundo pero no seas de este mundo.

ESCUCHANDO LAS SEÑALES


Después de una vida de obediencia y miedo, siguiendo todas las normas, de espaldas a los misterios.

Después de ir buscando fuera lo que siempre tuve dentro, de ir persiguiendo los sueños que me perdí de pequeña…

Después de ser buena hija, mejor alumna, estupenda universitaria.
Después de creerme más lista que la más lista de la panda…

Después de obedecer mucho, sin preguntarme por nada…

Me di de bruces con la vida y desperté de la ignorancia.

Y no es que me crea mejor, ni más guapa, ni más sabía…

Sólo sé que soy ahora la que soñé ser cuando soñaba: una mujer que confía, eterna esencia encarnada.

Sabedora de la magia, creadora de la abundancia. Luchadora empedernida, no me conformo con nada. Lo que tengo para mí, lo quiero para mi hermana.

Escuchando las señales tengo más fe en mi misión. Sólo sé que no sé nada, sólo escucho al corazón ❤️

Azucena mujer viva bajo la jurisdicción de la Ley Natural 🌿
UCC1-308
En honor – sin perjuicio
Todos los derechos reservados ©️

El Paréntesis del Ser
La Voz de Pankara 🌷