Despertando de este cuento que nos contaron de chicos, ni llegó el hombre a la luna, ni somos unos malditos.
La historia no es como la cuentan, el calendario es un timo, las guerras son inventadas, los políticos podridos.
Los estados están presos, los bancos bien extinguidos, la ciencia comprometida, la salud es un delirio.
Las escuelas adoctrinan conocimientos antiguos para que sigan mandando sobre tu mente y tu timo.
Pero estamos despertando, se les acabó el cuento, amigos. No nos tragamos su historia con calzadores de olvido.
La realidad que tú creas es la realidad del niño, que sabe lo que conoce, porque es su esencia y su sino.
Porque somos poderosos, porque somos bien divinos, porque estamos regresando el cielo a este paraíso.
Porque tú y yo y tu hermano nos hemos reconocido y, para siempre, formamos un ejército divino.
Donde el amor y la paz, la abundancia, el equilibrio, la sagrada libertad es nuestro credo infinito.