DIOS ES – fragmento del Libro Blanco de Ramtha

«El Padre nunca te ha juzgado, ni en éste ni en ningún otro momento que hayas vivido. Él ha sido tú y la plataforma de vida sobre la cual has expresado tu propio Yo, divino y con un propósito. Él te ha dado la singularidad de tu propio ego y la voluntad libre para convertirte en cualquier cosa que desees, para percibir la fuerza que él es, de cualquier manera que escojas percibirla.»Ramtha»

Mis amados hermanos, a muchos de vosotros se os ha enseñado durante eras que la esencia llamada Dios es un personaje sombrío, atemorizante, enfadado y sentencioso. Pero Dios no es ninguna de estas cosas. El Dios que sermonea, que juzga, que persigue, nunca ha existido excepto en los corazones y las mentes de los hombres. Fue el hombre el que creó a un Dios que juzga a unos y exalta a otros. Ese es un Dios del hombre; fue creado por el hombre y su voluntad.

El Dios que yo conozco y que amo, que es el poder que emana de mí y el reino que yo soy, es un Dios de amor completo y sin enjuiciamientos. No es nada más, sino todo lo demás. Dios te ama con un amor mucho mayor del que alguna vez hayas comprendido; pues él es la vida que tú eres, la tierra que pisas y el aire que respiras. Es el color de tu piel, la magnificencia de tus ojos, la suavidad de tu tacto. Eres tú en cada momento que eres, en cada Pensamiento que piensas, en cada una de tus acciones, incluso en las sombras de tu alma.

Dios es una fuerza que lo consume todo, que es todo. Es el viento sobre el agua, el cambio de las hojas, la simplicidad de una rosa, profunda en su color y matiz. Dios es los amantes en su abrazo, los niños en su risa y el brillo del cabello color miel. Es el sol que sale en la mañana, la estrella parpadeando en la noche y la luna creciendo y menguando en el cielo de medianoche. Dios es el hermoso insecto, el humilde pájaro en su vuelo, el feo y vil gusano. Dios es movimiento y color, sonido y luz. Dios es pasión, es amor, es alegría. Dios es tristeza. Aquello que existe, todo lo que es, es lo que tú llamas Dios, el Padre, la totalidad de la vida y el amante de todo lo que existe. Dios no es un personaje singular que se sienta sobre un trono y juzga a la totalidad de la vida. Dios es la totalidad de la vida, cada momento palpitante. Es la continuidad y eternidad de todo lo que existe.

¿Crees acaso que la vida te ha juzgado? En absoluto. Porque si Dios —-que es lo que tú eres—te juzgara estaría ciertamente juzgándose a sí mismo. ¿Y por qué la inteligencia suprema haría una cosa así?

La fuerza vital que llamas el Padre, ni siquiera tiene la capacidad de juzgarte, ni a ti ni a ninguna otra cosa. Porque la vida no posee una personalidad con un ego que se pueda dividir a sí mismo en facetas de bueno o malo, correcto o incorrecto, perfecto o imperfecto. Si Dios poseyera un ego, también tendría la capacidad de percibir la alteración dentro de sí mismo. Y si Dios pudiera contemplar la alteración dentro de su ser siquiera por un momento, la vida que él es cesaría en el próximo instante y nunca sería otra vez.

Dios en sí mismo, carece totalmente de bondad o maldad, de positivo o negativo. Dios no es perfecto, porque la perfección es una limitación a la vida continua, siempre cambiante y exuberante. Dios simplemente es. Lo único que tu amado Padre sabe hacer es ser, para que todas las cosas —q son él— puedan expresar la vida que él es.

Dios es la esencia ilimitada y suprema del ser, una totalidad indivisa d Ser. Y ese Ser te ama tan inmensamente que te ha permitido crear tus ilusiones de perfección e imperfección, de bondad y maldad, de positivo y negativo. Y a través de tu percepción se ha convertido en lo que tú has percibido. Y así Dios, siendo la totalidad de todo lo que es, es lo incorrecto al mismo tiempo que lo correcto, es la fealdad al mismo tiempo que la belleza, y la vileza al mismo tiempo que la divinidad.

El Padre nunca te ha juzgado, ni en éste ni en ningún otro momento que hayas vivido. Él ha sido tú y la plataforma de vida sobre la cual has expresado tu propio Yo, divino y con un propósito. Él te ha dado la singularidad de tu propio ego y la voluntad libre para convertirte en cualquier cosa que desees, para percibir la fuerza que él es, de cualquier manera que escojas percibirla. Y nada que hayas hecho o que hayas pensado, no importa lo vil, lo malvado o lo maravilloso que haya sido, ha sido visto por Dios como algo diferente a ser.

Este Dios que conozco te ama con un amor más grande y más profundo que el que nunca hayas concebido, porque te ha permitido crear tu vida de cualquier manera que hayas deseado. El Padre siempre te ha amado. Él no conoce otra manera de percibirte, porque él es lo que tú eres.

El Padre no ve el error, sólo se ve a sí mismo. El Padre no ve el fracaso, sólo su Ser siempre continuo y eterno. Tú eres quien crea el florecimiento de la vida, incluso su vileza, y el Padre se convertirá en el florecimiento y en la vileza, y nunca juzgará entre ambos cuál es más grande y cuál menos; él simplemente es. Él es el Ser que te permite expresarte a través de él mismo de cualquier manera que elijas. Y es bueno que sea así, porque si él realmente fuera este Dios que ha creado el hombre, ninguno de vosotros vería jamás lo que llamáis «las puertas del cielo». Ninguno. Porque nadie podría alcanzar las expectativas de este Dios creado por el hombre.

Sólo tú, a través de tus propias actitudes, y al aceptar las actitudes de otros, te has juzgado a ti mismo. Sólo tú te has causado el sentimiento del fracaso. Con la capacidad de crear a través de tu Padre cualquier verdad y realidad que desees, tú eres el único juez de tu propia vida. Sólo tú has determinado lo que es bueno y lo que es malo, lo que es correcto e incorrecto. Pero en la esencia del Ser llamada vida, no existe ninguna de estas cosas. Cada cosa simplemente es una parte del Ser llamado Dios Todopoderoso. Tu juicio es sólo una ilusión que has creado sobre este plano de realidades creativas.

En tu pensamiento limitado has pensado que algunas cosas son incorrectas, que son malvadas. Pero esa ha sido tu selección de la verdad, y el Padre te ha permitido hacerlo. Su verdad se llama Ser. Dios te ama sin importar lo que hagas, ya que cada cosa que haces o piensas realza la vida que él es a través de la sabiduría que tú obtienes de ella. Dios sabe que eres eterno y que nada de lo que hagas puede arrebatarte tu fuerza vital.

Así que cuando dejes este plano y reflexiones sobre todas las cosas que has hecho en tu vida —y lo harás— Dios todavía estará ahí, amándote en todos tus mañanas, porque él es la plataforma sobre la cual creas tus ilusiones, tu imaginación y tus sueños. Ahora, ¿qué es Dios en su forma más exaltada? Pensamiento. El Padre, la plataforma desde la cual creas tu vida, la sustancia y fuerza vital de todas las cosas es, en un entendimiento superior, pensamiento. Porque el pensamiento es el máximo creador de todas las cosas que hay, habidas y por haber. El pensamiento es la sustancia desde la cual se crean todas las cosas. Todo cuanto existe, ha partido primero del pensamiento, que es la suprema inteligencia llamada la mente de Dios.

¿Te has preguntado alguna vez qué es lo que mantiene a todas las cosas unidas en sus formas y modelos únicos? Es el pensamiento, que es el pegamento cósmico llamado amor. Eso es lo que mantiene unida a toda la materia. Eso es amor en la mayor escala de todas, porque eso es lo que el Padre es. Cada cosa, incluso tu cuerpo, se mantiene unida por el pensamiento, porque cada cosa ha sido ideada a través del pensamiento, el cual es Dios; y es el amor del Padre hacia sí mismo lo que mantiene cada cosa en su sitio.

Estás sustentado por Dios. Lo que permite que todas las estructuras moleculares y celulares de tu cuerpo permanezcan unidas es el amor del gran y magnífico pensamiento que Dios realmente es. Sin el pensamiento, tu cuerpo no existiría, la materia no existiría, nada existiría, porque el pensamiento es el creador y el elemento que sostiene toda la vida.

¿Crees que Dios, el pensamiento que ata y mantiene todas las cosas unidas es una entidad sombría y atemorizante? No lo es. El Padre es felicidad completa, porque él no conoce otra manera de ser. Él es todas las formas de vida vibrando en armonía unas con otras, y eso emite un tono que suena como una gran carcajada. Si escuchas cuidadosamente puedes incluso oír la música del Padre, la risa de Dios. Es la mayor alegría. Yo nunca lo he oído llorar. Entonces, ¿qué es Dios, la causa de tu precioso ser, la maravillosa fuerza vital que fluye y refluye entre todos vosotros, que nos conecta y nos mantiene a todos unidos, la promesa de una vida posterior y de eternidades que vendrán? Es el Ser que es pensamiento. Es el Ser de la vida siempre continua. Es el Ser que ama todo lo que es. Es el Ser que permite que la vida exista a través del amor. Es el Ser que es total y completa felicidad. Esa es tu herencia y tu destino.

GRACIAS

Dar las gracias cada día, por el sol, por la bondad, por un nuevo mediodía, por tu risa y nada más.

Dar las gracias por los llantos, por las penas, por la maldad, por escuchar a tantos santos que lo saben todo y más.

Agradecer los errores, pero los aciertos más, compadecer al hermano que se cree en posesión de la verdad.

Dar las gracias, por lo malo, lo peor, lo que no puedes controlar. Y aceptar todo lo bueno que la vida también te da. ¿Qué es lo malo y qué es lo bueno? ¿tú me lo vas a explicar?

Agradecer, sólo eso, agradece y nada más.

Y desparrama tu amor hasta el último lugar, empezando por tí mismo y acabando en los demás.

Yo no sé hacerlo mejor…

¿Y tú? ¿lo sabes hacer ya?

QUE SE ABRAN LAS VENTANAS

Que se abran las ventanas, se descorran las cortinas, y se caigan todos los velos. Se desvelen las mentiras.

¿Estamos todos dispuestos para escuchar la verdad?

Que cada uno se apañe ya se acabó, basta ya¡!

La verdad no es una sola, no tiene dueño, ni juez.

La verdad la llevas dentro, muy dentro, y a veces te sabe a hiel.

Pero así es como creces, aceptando la verdad, aunque muchas veces escuece, sabes que te sanará.

Dichoso aquél que la mira de frente y puede dormir en paz. La verdad eres tú mismo cuando amas sin cesar.

Yo amo, tú amas, él ama…esa esa la pura Verdad.

PRESENTE

El presente es tu sonrisa, tus manitas y tus pies. Tus primeros balbuceos, tus ojitos de aceituna y tus pestañas de miel.

El presente es la alegría de verte crecer, la carita de tus papis cuando te miran y te ven.

El presente es cada día cuando te siento feliz, cuando miras a tu hijo, cuando eso es todo y ya está. Sin esperar nada a cambio, con Amor Incondicional.

El presente lo construyo con el trabajo de ayer, con la conciencia tranquila y con una nueva tez. Sabiendo que es cada día que debemos aprender a surfear por la vida sin mala sangre en la piel.

Ese es mi presente amigos, dejadme en paz de una vez.

SAHUMARÉ – Autor desconocido

Sahumaré tus brazos por debajo y por arriba para que tengas tus alas libres para volar.

Sahumaré tu coronilla para limpiar las viejas memorias que te llevan a repetir lo mismo y te conectes con bendiciones del Mundo de Arriba.

Sahumaré tu frente para espantar los pensamientos que nublan tu Visión, tus ojos para que puedas ver lo que aún no observas y tus oídos para que escuches el llamado de tu Alma.

Sahumaré tu garganta para soltar el nudo que no te deja hablar y conectar tu mente con tu Corazón.

Sahumaré tu Corazón para espantar el miedo, para que se vaya bien lejos donde no te pueda hallar, y se abra a recibir el amor verdadero.

Sahumaré tu plexo solar para que se apague el fuego del infierno que llevas dentro y puedas saborear el placer de la calma.

Sahumaré con Fuego tu bajo vientre para que se quemen los apegos, los amores que no fueron, los sueños que no nacieron y los hijos que no llegaron, para que se enciendan tus ganas de sentir , crear y empezar de nuevo.

Sahumaré con fuerza tu sexo, que es la puerta de entrada para quitar la basura que recogiste de tanto intentar amarte y amar.

Sahumaré tus pies para limpiar las huellas viejas y puedas dar pasos nuevos, abriré el camino con esta medicina para que el nuevo destino se manifieste ante ti.

Sahumaré tu nuca allí donde se esconde lo que te acecha.

Sahumaré tu espalda quitando el peso del pasado y la historia desempoderada que cargas.

Te pido que te des vuelta y pongas tus manos en forma de cuenco. Sahumaré tus manos para quitarle el daño y las amarras que tengan y estén bendecidas para dar y recibir.

GUERRA O PAZ

Tú elijes

Yo ya he elegido

No más guerra

Pero no te confundas, no es que me haya rendido, es que lo he trascendido. O por lo menos lo estoy intentando y sé que lo conseguiré.

Porque continuar en guerra no cambia el pasado, sólo lo vuelve a hacer presente. ¿Hasta cuándo? ¿Para qué? ¿Por venganza? ¿Por justicia? ¿Por resentimiento?

No creo en la justicia de los hombres que no ven la viga en su ojo y juzgan las vigas ajenas.

No necesito venganzas que alimentan mi ego y desnutren mi corazón.

No quiero resentimientos que amargan mi alma y provocan el cáncer en mi estómago.

Quiero la paz.

Pero no la paz de los muertos, sino la paz de los que resucitan cada día y ven su pasado como un aprendizaje, como una oportunidad para ser mejores seres humanos.

Démonos la paz de una vez hermanos y seamos libres para Amar. Sólo desde el Amor podremos ser libres.

AMOR PROPIO

El mayor amor…el amor propio. Ese que a todos nos falta porque no nos lo mostraron bien. Ese que reclamamos al mundo, sin saber que lo tenemos dentro.

Nadie nos enseñó a vernos cómo realmente somos: completos, perfectos, luminosos, divinos.

Nadie nos enseñó a enamorarnos de nosotros mismos. Con nuestros defectos, con nuestras sombras, con nuestras tonterías, con nuestro ego herido, con nuestro niño interior huérfano. Nos creemos incompletos y buscamos completarnos con otro ser que se cree igualmente incompleto. Difícil combinación.

Y formamos complejas parejas de seres incompletos. Nos va a costar toda la vida completarnos en pareja, algunos no lo consiguen.

Porque el amor que buscamos en el otro, siempre lo llevamos dentro. Mírate en el espejo y percátate de eso.

Regálate una sonrisa, date un abrazo y un beso y acuéstate con tu amor, que eres tú… Y estás completo.

VER LLOVER

Te animo a que te pares y veas llover.

Dejes de mirar tu móvil y levantes la vista al cielo.

Hoy las nubes se levantan y los pajaritos cantan, el sol calienta un poquito y el cielo azul se destapa.

Ha llovido despacito, como si te acariciara el alma. Llueve sin hacer ruido, es esa lluvia mansa y clara.

La tierra alegra su cara, los gusanitos se alimentan y los huertos se declaran en huelga de malas hierbas.

Es la lluvia silenciosa que Lorca tan bien cantaba, la lluvia que te recuerda que todo está bien y en calma.

INFINITO AMOR

Es infinito el amor. No tiene caducidad. Y no se agota jamás aunque no lo dejes de dar.

Regala amor a millones, a tus hijos y a tus hermanos.

Puedes recibir amor de cualquier ser encarnado. Amantes apasionados, profesores encantados, tus padres y tus hermanos, todos tus perros y gatos.

El amor nunca se acaba, hay mucho amor para dar, solo tienes que abrir el grifo de tu corazón y no dejará de brotar.

Llegó el tiempo del Amor, no te lo pierdas amigo, es mejor que ese dolor que te duele en el ombligo.

Perdona a todos los hombres que te hirieron y ofendieron, ellos también perdonarán todos tus errores viejos.

Y así amando y amando llegaremos a la orilla, la vida en amor hermano es una auténtica maravilla.

Y LA LUZ SE HIZO

Y empezamos a respirar en esta bella tierra que es nuestro hogar temporal.

Quisimos aterrizar aquí a través del útero de nuestra mamá humana y abrimos los ojos olvidando por qué habíamos venido.

Pero muchos estamos empezando a recordar. Llevamos años trabajando, drenando emociones, sanando dolor de ésta y otras vidas.

Hemos hecho terapias, cursos, retiros, viajes misionales, asistido a talleres, conocido a chamanes, sabios, doctores, curanderos, charlatanes, algunos pocos pero contundentes estafadores de los bolsillos y las almas.

Hemos hecho ayunos, dietas, oraciones, círculos, mankapachas…

Todo ha sido un perfecto aprendizaje para llegar hasta este momento en el que nos tenemos que tirar en paracaídas sin instructor.

Terminó la formación amigos, hermanos de alma y eones.

El espectáculo acaba de comenzar y elegimos la platea.

No os perdáis la función. No todos han podido sacar su entrada. Algunos la verán en diferido, otros tendrán que esperar hasta la siguiente representación.

Tú tienes asiento reservado en primera fila hermano. Límpiate las legañas y disfuta del espectáculo.