Te crítico, me criticas, no te entiendo ni me entiendes. Crees que todo lo hago mal y yo no sé cómo eres.
Nos pasamos media vida criticando y chismorreando, juzgando a nuestro vecino, cuando el error está al lado.
No me juzgues si no quieres ser juzgado. Ocúpate de tu vida, deja al otro a su cuidado.
No puedes dictar sentencia con tanta frivolidad. Nadie tiene la respuesta del motivo de los demás.
Estamos acostumbrados a juzgar, a criticar. Nos sentimos los mejores. «A mí eso no me va a pasar… «
El difícil equilibrio de observar, de empatizar. De ser prudente, amoroso, de ponerte en su lugar.
La paja en el ojo ajeno, no nos deja ver la viga en nuestro propio ojo, mírate primero a ti, que seguro tienes mucho también para corregir.
Esta vida es un entreno, un ensayo general, aquí estamos aprendiendo, es un trabajo constante, mírate bien para dentro con eso tienes bastante.