Sois la raza primigenia, mis amorosos felinos, sois una delicia en mis insomnes noches sin estrellas.
Vivís aquí y vivís ahora, sin pensar en el mañana, igual os meais en la cama que ronroneáis en mi almohada. Y no aceptáis mis renuncios, ni las broncas, ni los gritos, sois finos, lindos gatitos, delicados y profundos.
Y me bajáis la presión, y aumentáis mi compasión. Y no me canso de veros, cada día es diferente, ¡sois tan bellos, tan sugerentes! Sois los reyes de la noche, bellos durmientes de día. Sin hacer algarabía pasáis de la noche al día. Sois tan inteligentes que ofendéis mi inteligencia.
No comprendo bien tu esencia, pero sé que me conoces. Me miras sin un reproche, me guiñas suave los ojos, se te ensanchan las pupilas y no te salen enojos, porque eres pura vida, sin rencores, sin memoria, gatito eres pura gloria.
¡Qué delicia estar contigo! ¡Gracias por ser hoy mi amigo, por siempre estaré contigo! Y el día que te hayas ido, no dudes que de inmediato, abriré mi puerta a otro gato, que quiera vivir conmigo.
Tu alma es pura felino.
Te quiero y te reconozco, como maestro de vida, como mi hermano amoroso, como un ser puro y honesto, que respeta mis silencios y lame mis emociones, con dulzura, delicado, con esa gentil figura, elegante, limpia y pura de un sencillo y simple gato♥
Entonces Almitra habló de nuevo y dijo: ¿Y qué nos dices del Matrimonio, Maestro? Y él respondió, diciendo: Habéis nacido juntos y juntos permaneceréis para todo y siempre. Juntos estaréis cuando las blancas alas de la muerte dispersen vuestros días. Sí, juntos permaneceréis en la silenciosa memoria de Dios. Pero que haya espacios en vuestra comunión, y que los vientos del cielo dancen entre vosotros. Amaos uno al otro, pero no hagáis del amor una traba: Que sea más bien un mar bullente entre las playas de vuestras almas. Llenaos las copas el uno al otro, pero bebáis en una sola copa. Compartid vuestro pan, pero no comáis del mismo trozo. Bailad y cantad juntos y sed alegres; pero permitid que cada uno pueda estar solo, al igual que las cuerdas del laúd están separadas y, no obstante, vibran con la misma armonía.
Daos vuestro corazón, pero no os lo entreguéis en custodia. Ya que sólo la mano de la Vida puede guardar vuestros corazones. Vivid juntos, pero tampoco demasiado próximos; ya que los pilares del templo se erigen a distancia, y la encina y el ciprés no crecen a la sombra uno del otro.
¿Pero aún no lo veis? ¿Todavía no os dais cuenta? ¿Cuántas contradicciones más tendréis que soportar? ¿Cuánto sin sentido?
El negocio no para: mascarillas, vacunas, pruebas y más pruebas absurdas e invasivas, ahora hasta os las harán anales…
Mientras vuestros negocios se desploman y muchas personas se desmoronan y se deprimen ante su triste presente y su incierto futuro.
¡Incluso amenazan con ‘tapar el sol’!!!
¿Hasta dónde va a llegar esta perversión?
Ya nadie se muere de otra cosa que no sea este virus que va mutando…
Y de nada va a servir que te vacunes, deberás seguir obedeciendo, llevando mascarilla, haciéndote pruebas innecesarias que tienes que pagar tú. Y estar geolocalizado y controlado y convertido en un zombi a merced de un sistema perverso que ahoga al disidente, que te culpa de la muerte de los abuelos, que siempre es el Gran Hermano que todo lo ve, que todo lo sabe, que todo lo puede.
¿Cuándo vas a despertar?
Somos muchos los que ya lo hemos hecho.
Tú eres el dueño de tu vida e incluso de tu muerte.
Tú eres el amo y señor de tu presente y el creador de tu futuro.
Recupera tu poder, tu ilusión, tu fuerza, tu pasión, tu equilibrio.
Vuelve a ser un ser humano consciente, coherente, consecuente.
Vives en un planeta perfecto y tú eres un ser humano perfecto.
Como mi maestro Martínez Paredes, un maya poderoso. Se fue a la montaña: ‘Al anochecer vengan a por mi cuerpo’. Se le oyó cantar todo el día y cuando fueron a buscarle, la tierra estaba llena de pisaditas. Así quiero yo morirme, danzando y cantando. ¿Sabe lo que hizo mi papá?
-¿Qué hizo?-
Una semana antes de morir se fue a recoger sus pasos. Recorrió los lugares que amaba y a la gente que amaba y se dio el lujo de despedirse. La muerte no es muerte, es el miedo que tenemos al cambio. Mi hija me está diciendo: ‘Habla de mí’, así que le voy a hablar de ella.
-Su hija, ¿también decidió morir?
-Sí. Hay mucha juventud que no puede realizarse, y nadie quiere vivir sin sentido.
-¿Qué merece la pena?
-Cuando miras a los ojos y dejas entrar al otro en ti y tú entras en el otro y te haces uno. Esa relación de amor es para siempre, ahí no hay hastío. Debemos entender que somos seres sagrados, que la Tierra es nuestra Madre y el Sol nuestro Padre. Hasta hace bien poquito los huicholes no aceptaban escrituras de propiedad de la tierra. ‘¿Cómo voy a ser propietario de la Madre Tierra?’, decían.
-Aquí la tierra se explota, no se venera.
-¡La felicidad es tan sencilla!, consiste en respetar lo que somos, y somos tierra, cosmos y gran espíritu. Y cuando hablamos de la madre tierra, también hablamos de la mujer que debe ocupar su lugar de educadora.
-¿Cuál es la misión de la mujer?
-Enseñar al hombre a amar. Cuando aprendan, tendrán otra manera de comportarse con la mujer y con la madre tierra. Debemos ver nuestro cuerpo como sagrado y saber que el sexo es un acto sagrado, esa es la manera de que sea dulce y nos llene de sentido. La vida llega a través de ese acto de amor. Si banalizas eso, ¿Qué te queda? Devolverle el poder sagrado a la sexualidad cambia nuestra actitud ante la vida. Cuando la mente se une al corazón todo es posible.
Yo quiero decirle algo a todo el mundo…
-¿…?
-Que pueden usar el poder del Gran Espíritu en el momento que quieran. Cuando entiendes quién eres, tus pensamientos se hacen realidad. Yo, cuando necesito algo, me lo pido a mí misma. Y funciona.-Hay muchos creyentes que ruegan a Dios, y Dios no les concede.
-Porque una cosa es ser limosnero y otra, ordenarte a ti mismo, saber qué es lo que necesitas. Muchos creyentes se han vuelto dependientes, y el espíritu es totalmente libre; eso hay que asumirlo. Nos han enseñado a adorar imágenes en lugar de adorarnos a nosotros mismos y entre nosotros.
-Mientras no te empaches de ti mismo.-Debemos utilizar nuestra sombra, ser más ligeros, afinar las capacidades, entender. Entonces es fácil curar, tener telepatía y comunicarse con los otros, las plantas, los animales.
Si decides vivir todas tus capacidades para hacer el bien, la vida es deleite.
-¿Desde cuándo lo sabe?
-Momentos antes de morir mi hija me dijo: ‘Mamá, carga tu sagrada pipa, tienes que compartir tu sabiduría y vas a viajar mucho. No temas, yo te acompañaré’. Yo vi con mucho asombro como ella se incorporaba al cosmos. Experimenté que la muerte no existe. El horizonte se amplió y las percepciones perdieron los límites, por eso ahora puedo verla y escucharla,
¿lo cree posible?
-Sí.-Mis antepasados nos dejaron a los abuelos la custodia del conocimiento: ‘Llegará el día en que se volverá a compartir en círculos abiertos’.
‘Tengo 71 años. Nací en el campo, en el estado de Jalisco (México), y vivo en la montaña. Soy viuda, tengo dos hijas y dos nietos de mis hijas, pero tengo miles con los que he podido aprender el amor sin apego.
Nuestro origen es la Madre Tierra y el Padre Sol.
He venido a la Fira de la Terra para recordarles lo que hay dentro de cada uno.’
-¿Dónde vamos tras esta vida?-¡Uy hija mía, al disfrute! La muerte no existe. La muerte simplemente es dejar el cuerpo físico, si quieres.
-¿Cómo que si quieres…?-Te lo puedes llevar. Mi bisabuela era chichimeca, me crié con ella hasta los 14 años, era una mujer prodigiosa, una curandera, mágica, milagrosa. Aprendí mucho de ella.
-Ya se la ve a usted sabia, abuela.-El poder del cosmos, de la tierra y del gran espíritu está ahí para todos, basta tomarlo. Los curanderos valoramos y queremos mucho los cuatro elementos (fuego, agua, aire y tierra), los llamamos abuelos. La cuestión es que estaba una vez en España cuidando de un fuego, y nos pusimos a charlar.
-¿Con quién?-Con el fuego. ‘Yo estoy en ti’, me dijo. ‘Ya lo sé’, respondí. ‘Cuando decidas morir retornarás al espíritu, ¿por qué no te llevas el cuerpo?’, dijo. ‘¿Cómo lo hago?’, pregunté.
-Interesante conversación.-’Todo tu cuerpo está lleno de fuego y también de espíritu -me dijo-, ocupamos el cien por cien dentro de ti. El aire son tus maneras de pensar y ascienden si eres ligero. De agua tenemos más del 80%, que son los sentimientos y se evaporan. Y tierra somos menos del 20%, ¿qué te cuesta cargar con eso?’.
-¿Y para qué quieres el cuerpo?-Pues para disfrutar, porque mantienes los cinco sentidos y ya no sufres apegos. Ahora mismo están aquí con nosotras los espíritus de mi marido y de mi hija.
-Hola.-El muertito más reciente de mi familia es mi suegro, que se fue con más de 90 años. Tres meses antes de morir decidió el día. ‘Si se me olvida -nos dijo-, me lo recuerdan’.
Llegó el día y se lo recordamos. Se bañó, se puso ropa nueva y nos dijo: ‘Ahora me voy a descansar’. Se tumbó en la cama y murió. Eso mismo le puedo contar de mi bisabuela, de mis padres, de mis tías…
Corriendo van por el mundo con la jeringuilla en mano, queriéndote vacunar…
Algunos lo hacen de noche, con premeditación y alevosía, otros lo intentan de día pero no tienen las dosis.
Faltan dosis, pero no importa, una firma ya se saca de la manga poner más enjundia en el pote para que así haya más ganancia.
Menudo circo han montado, qué gran mentira, qué enorme farsa. Quieren hacerse ricos a costa de nuestro miedo, todos en cola, juntitos, vamos a hincarnos la aguja, no se sabe bien para qué, ni hasta cuando, ni siquiera conocemos los efectos secundarios.
Pero no importa, cual borregos educados, vamos hacia el matadero, la carne tiene valor y el precio lo ponen ellos.