Es antiguo el castigo, es viejo y es casposo

se alimenta de jueces que se creen muy valiosos.

Se permiten juzgarte, opinar, condenarte,

ciertamente el castigo resulta repugnante.

Nadie tiene autoridad para castigarte

Cometemos errores, muchas veces irreparables…

Yo, sin embargo, creo que todo tiene arreglo,

que la vida es muy corta, que jugamos al juego del error y el acierto.

Que jamás, nadie nunca fue inocente del todo

Tampoco eres culpable, míralo de otro modo

Elegiste el papel del villano esta vez

asi es el equilibrio, desde la absolutez

Fue Cristo quien nos exhortó a poner la otra mejilla

y nadie lo entendió…

Es de suma maestría entender que en esta vida nada es bueno ni malo

Perdonar las afrentas, superar el pasado

Conocerse es la meta y no importan los medios

no merezco el castigo

todo esta bien si asi lo siento.

Si medito en silencio y confio en la vida

en ese Bien Mayor en el que casi nadi confia

Gracias, jueces, verdugo, quedaos con la razón

yo seguiré buscandola dentro de mi corazón.