Cancelo la tristeza, cancelo la amargura, cancelo la apatía, la duda, la nostalgia.
Cancelo todo el miedo que asoma en la distancia.
Cancelo las mentiras que me invaden el alma.
Cancelo ese sonido que oscurece mi aura.
Cancelo el pensamiento falaz, la inseguridad, la farsa.
Cancelo cualquier cosa que me entristece y baja mi vibración de ángel que hoy no tiene alas.
Cancelo y, si cancelo, se me alegra la cara.
Y así levanto el vuelo y al fin me siento en calma.