Compasión y comprensión para un mundo en decadencia, que ya no tiene clemencia con la inconsciencia emergente.
Compasión y comprensión para los seres humanos que se han creído la historia tal y como se la han contado.
Compasión y comprensión sin juicio, sin culpa y miedo, con amor, con desapego, tenemos libre albedrío y cada cual su camino.
Compasión para el incauto que tuvo que inocularse para viajar, trabajar, o salvar a su compadre.
Comprensión al inocente que no supo rebelarse, que tuvo que conformarse con seguirles la corriente.
La suerte está echada amigos, somos pocos los conscientes, ni mejores, ni peores. Elegimos nuestra suerte.
Y hoy, después de estos dos años de distopía imponente, puedes tomarme la mano, puedes salirte del fango, puedes ser un ser humano, puedes retomar la vida que quisieron imponerte.
Eres libre y eres fuerte. Tienes poderes innatos. Pero, desgraciadamente, yo no puedo convencerte.