Copaiba, vetiver, ocotea e incienso.
Sándalo, ylang-ylang, salvia, mirra y romero.
Ancestrales esencias que cuidáis mi frecuencia
y hacéis fluir mi energía en mis noches sin luna.
Entre olores, resinas, maderas y vapores
Aromas, medicinas, oligoelementos y flores…
Sabiduría ancestral de todos nuestros muertos
Brebrajes y pócimas, cremas y ungüentos
El tiempo de las brujas que fuimos en otros tiempos
Conocimientos nuevos de los saberes viejos
Volveremos al campo, a recoger las flores, a pedirles permiso a los árboles de todos los colores
Como hacíamos antaño cuando estábamos despiertos y no nos preocupaba ni el espacio, ni el tiempo.
Cada vez falta menos para volver al bosque, para soñar los sueños, para olvidar los sinsabores
Para volar sin alas, besar sin tener boca, mirar con los oídos, tocarnos con los ojos,
Pensar el infinito, sentir el absoluto, abrir el corazón con nuestro tercer ojo.
Estamos despertando de un pesado letargo, limpiaos pues las legañas,
sacaos las telarañas que empieza el universo a bailar con nosotros.