Ese anhelo de durar, de ser útil y valioso. Esas ganas de gustar, de ayudar y querer mucho.
Esa gran necesidad de no sentirse tan sólo, de formar parte de un todo, de ser UNO con los demás.
Esa antigua soledad compartida con tu hermano, que sabe que solo está, aunque viaje acompañado.
Espíritus encerrados en cuerpos encorsetados. Ángeles olvidadizos, querubines desdibujados.
Anhelamos transcendencia porque hemos olvidado que somos parte del TODO, que somos todos hermanos.
Que la FUENTE es nuestra madre, que el sol nuestro refugio humano, y un día lo entenderemos y nos reiremos del pasado.
Porque el pasado es ahora, porque el futuro es un gusano que construimos cada día con nuestro cerebro atrofiado.
Todo es AHORA mi hermano.
Eres un SER transcendente no te ensucies más de barro.