En verano hace calor, así es como ha de ser. Pero ahora nos parece que vamos a perecer.

El caso siempre es tenernos con el miedo entre las piernas, no vaya a ser que pensemos alguna vez por nuestra cuenta.

Riesgo extremo, riesgo máximo, absoluta gravedad. Total hace mucho sol y no llueve ni pa tras.

Y es que estamos en verano y el padre sol calienta más, y se ríe de nosotros si le tememos de más.

Témele a aquel insensato que nos lo quiere tapar, al que prohíbe ir al campo a los niños y a sus papás.

El que pone cerco al monte, el que no te deja bañar en los ríos y en los mares, el que te quiere controlar.

Ahora un virus, luego un fuego, después una tempestad. Nos quieren tomar el pelo, no te lo dejes tomar.

Saben que lo tienen crudo, estos pobres del cabal, se les acabó la mecha, solitos se quemarán.

Rescatemos a los niños de los pozos de ansiedad, denunciemos al perverso que no se quiere sanar.

Este mundo es de los hombres que tienen buena voluntad, y el resto que siga ardiendo en su propia oscuridad.