La paz que tanto proclamas, la paz que tanto persigues, por la que gritas y exclamas, la paz que nunca consigues…

Empieza por uno mismo, por la paz de tu jardín, por tu casa, por tu nido, por vivir en paz contigo y con tu amigo, tu hijo, tu marido y tu vecino.

La paz no viene de afuera, la guerra no es en la trinchera. Las guerras que ocurren dentro son las que causan más muertos.

Trabajar para tu paz, antes de mirar ahí fuera, si consigues esa paz, se acabarán las otras guerras.

Cuida tus gestos, tus actos, tus palabras, tus silencios. Y respeta hasta a los muertos.

No provoques, no contamines con tu presencia la esencia de los que tienes más cerca. Cuida bien tu corazón.

Y trabaja por la paz, por la paz que no se nota, por esa paz invisible que aumenta tu vibración, que convoca, que agradece, que abraza a quién está contigo.

Esa es la paz, verdadera.

La paz de tu corazón💕