Y empieza a fluir la energía de la certeza absoluta.
Sin dudas, ni incertidumbres, sin miedos, sin pesadumbres.
Y te ves en ese espejo que te muestra tu reflejo, tu esencia más cristalina, tu verdad eterna y divina.
Pierde el tiempo en escucharte, en mirarte y re-mirarte.
En hablarte con ternura, en amarte con locura.
Eres Dios mismo hecho carne y tendrías que adorarte, sin rubor y sin vergüenza.
Tú eres la quintaesencia de lo más bello y divino.
Eres un ángel mi amigo, acaríciate las alas, vuela encima de ese cielo que te abraza y te acompaña.
La libertad que deseas, sólo tienes que aplicarla.
El poder que tanto anhelas, se esconde en tu corazón, el amor qué bien deseas, eres Tú mismo, mi amor.