Sin sostén, sin red, sin mirar abajo, dando volteretas, brincos, puñetazos.
Saltando los charcos, cruzando el barranco, limpiándote el lodo, tragando los sapos.
Haciendo equilibrios para no caer, controlando el aire, bebiéndote el tiempo, mirando de frente tu futuro incierto.
Con sabiduría, con conocimiento, sabiéndote fuerte, vivo y en lo cierto.
Controlando el miedo, no temo a la muerte, tengo la certeza y soy consecuente.
Poniendo en la práctica tu instinto animal, jugando a la vida como hay que jugar.
Respirando hondo, profundo, insistente, sabiendo que nadie tiene la patente para andar derecho, para estar presente.
¡Hay que construirse cada día, valiente!