Tímidamente asomaste añito de transición.
Entre resfríos constantes y mucha bulla alrededor.
Te desgranaste despacio, sin querer molestar mucho.
Pero al final resultaste tremendamente convulso.
Nos tocó estar bien despiertos y remar contracorriente.
Andar de aquí para allá, estando siempre presentes.
Y los astros y los dioses viajaron a nuestro lado.
Sabiéndonos poderosos es todo menos cansado.
Cultivamos la paciencia, olvidamos el pasado.
Rescatamos la inocencia y jugamos a su lado.
Fuimos fuertes, generosos, guerreros apasionados.
Superamos las batallas, la verdad está a nuestro lado.
Y llegamos a diciembre cansados, muy agotados.
Pero también satisfechos, renovados, preparados.
Gracias añito alocado que te despides tranquilo.
Déjanos dejarte a un lado, ya hiciste mucho ruido.
Vete pues a descansar, se acabó tu recorrido.
Ahora llega poderoso otro añito bienvenido
Y con certeza absoluta, con total seguridad
Te damos la bienvenida, creando la realidad.