Te han enterrado en vida querido arbolito bello, te han ahogado, te han matado, no te han tenido respeto.
Ni siquiera te conocen, no te oyen, no te miran.
No te escuchan cuando lloras, no te sienten si respiras.
No pertenezco a este mundo de plásticos de colores.
Donde pantallas y padres se disputan las partidas.
Donde los niños no importan, donde ser viejo se penaliza, donde se come comida podrida.
Donde nadie te conoce, donde las flores no huelen.
Dónde hay que vacunarse contra virus de mentiras.
Arbolito maltratado, hoy me has abierto los ojos y me he metido en tu tronco y me he muerto también un poco.