Entre incienso y helychrisum, sándalo e ylangylang, ando metida en aromas que me hacen suspirar.
Me paseo por olores que me devuelven al mar y me sumerjo en los bosques o en los campos de labrar.
Me gustan todas las plantas, los árboles mucho más. Las hierbas muy aromáticas, las flores y las demás esencias más especiadas, resinas de otro lugar.
Amo a mi mamá la tierra y le rindo mis respetos, por eso tengo mis reservas para estrujarle los sesos. Para talarle los bosques, para cortarle las flores, para esquilmar sus cortezas y estropear sus colores.
La mamá naturaleza es tan buena y generosa, necesita nuestros mimos y también nuestro respeto.
Embadurnada de esencias me retiro a meditar. Me emborraché de tu aroma, necesito descansar.