Me despierto con la menta y activo mi corazón. Su energía me despierta y me hace entrar en acción.

A mediodía cocino con hinojo, albahaca y tomillo. Esas hierbas me enamoran, mi estómago las adora.

Medito con el incienso que me eleva al universo, y con un poco de mirra porque a mi alma le pirra.

Por la noche me relajo con el cedro y la lavanda, ellos me hacen compañía más de noche que de día.

Estos aceites profundos cambiaron todo mi mundo.

Desde el limón al ciprés, desde el clavo hasta la rosa los aceites esenciales son esencias maravillosas.

La bergamota amorosa, el geranio prodigioso, el pino tan misterioso, la naranja la alegría y el romero la poesía.

Yo ya no puedo vivir sin vuestro aroma a mi lado, si tú los quieres probar sabrás de lo que te hablo.