Como un sólo corazón latiendo al compás del tiempo, sin horarios, sin rutina, viviendo la maravilla.
Escuchando los latidos de nuestra madre divina.
Somos una tribu humana que honra a la pachamama.
Los habitantes antiguos que poblamos estas tierras, los viejos sabios, las brujas, los niños de las estrellas.
Fuimos de todas las razas, vinimos de dentro y de afuera, a veces hicimos magia otras hicimos la guerra.
Y estamos aquí de nuevo para seguir la misión, esta vez ya no hay ensayos, estrenamos la función.
Y nos volvemos a unir y nos tomamos las manos, para vernos y mirarnos con nuestros ojos humanos.
Fuimos amantes y padres, fuimos buenos y villanos, hicimos bien los papeles, cumplimos con el reparto.
Y estamos aquí de nuevo para seguir actuando, para cantar al unísono que el amor de nuestro padre es un amor sin pecado.
El amor universal que cura de todo mal.
Y podemos superar las peores pesadillas y sabemos perdonar sin ponernos de rodillas, porque somos compasivos pero no somos pazguatos, porque somos seres buenos y creemos en milagros.
Porque merece la pena continuar la misión y devolver a esta tierra un poquito de ilusión.
Y juntos somos más fuertes y ya no tenemos miedo, formamos un corazón que hoy casi llega hasta el cielo.
Y latimos al unísono del sol y la madre tierra.
Y no nos van a acallar, ya se acabaron las guerras.
Bienvenido al nuevo edén, a la tierra prometida y levanta la cabeza, se acabó la pesadilla.