No me juzgues si no quieres ser juzgado.
Se acabaron las afrentas. Ya hemos luchado bastante. Ya no es tiempo de sufrir, ya sufrimos a destajo.
Pasamos muchos milenios entre guerras y más guerras. La luz ya ganó princesa, dejémonos de contiendas.
No me busques ni persigas no alimentes mis heridas, no me culpes, ni castigues. Enfráscate en otras lides.
La luz por fin ha ganado y aunque parezca un pecado todo está ya perdonado.
Fuiste víctima y verdugo. Fuiste fraile y monaguillo. Fuiste muerto y asesino. Fuiste pobre y fuiste rico.
Todo lo experimentaste y eso no es ningún desastre. La experiencia te aproxima a tu esencia más divina.
Ahora toca recoger tanta vida y tanta muerte, tanta inocencia inocente, tanta maldad maldecida.
Todo lo has vivido ya, ahora toca descansar y disfrutar del regalo porque la luz ha ganado.