Nacisteis en los añorados años 80 cuando todo era posible y la ilusión verdadera.
Veníamos de 40 oscuros años de dictadura perversa y vuestros antecesores fueron cautivos de ella.
Pero vosotros vinísteis con las ventanas abiertas y las puertas se os abrieron sin temor a reprimendas.
Y a pesar de que para unos pocos la vida no fuera tan buena, a la mayoría de vosotros se os presentó placentera.
Y ahora os oigo y me emociono y me parece mentira que hayan pasado los años tan deprisa y de puntillas.
Ninguna vida fue fácil y ninguna lo será. Todo es una aprendizaje desde el principio al final.
A algunos les toca pronto a otros no les tocará. Quizá vengan «aprendidos» desde algún otro lugar.
Y os escucho y no me veo compartiendo vuestra historia, vuestras cuitas y desvelos, vuestra ilusión y memoria.
Yo ya tuve mi ración de dolor y sufrimiento ahora os toca a vosotros resucitar de entre los muertos.
Sé que lo conseguiréis sois fuertes y luminosos. Venis de muchos lugares sois amables y amorosos.
Habéis estudiado tanto que no os falta información, os aconsejo que sólo escuchéis el corazón.
El que nunca se equivoca, el que siempre permanece, el que se acuesta contigo, cada noche, para siempre.
Él nunca te fallará, ni te dejará tirado. No hay amor más especial que tu amor corto y mundano.