Llega un día en que de pronto te despiertas sin vergüenza. Se acabaron los rubores y las tontunas diversas.
Ya no es tiempo de sufrir, de pensar en el de al lado. Quién más quién menos está como tú igual de asustado.
Así que más te vale mirar hacia el otro lado. No te compares con nadie. No quieras ser el mejor. ¡Todos tienen tanto miedo, les causa tanto pavor!
Cada cual practica el arte de la manipulación. Haciendo ver que son fuertes se aseguran la función.
Pero en el fondo es mentira todo es pura ficción. Cada uno en su mochila carga una desilusión.
Ni fuertes, ni tan seguros, nadie se siente importante, todos vamos disfrazados de príncipes ambulantes. Pero nos sentimos sapos o ranitas indefensas por eso quien más quién menos anda siempre medio a tientas.
Olvídate de finjir, no importa, ya no hace falta. El ser vivo que tú eres no sabe tocar la flauta🎶