De puntillas, poco a poco, aprendemos a fluir. Despacito sin demora, sin dejar de sonreir.
Surfeando entre las olas, nadando en medio del mar, vas pasando por la vida sin dejar de respirar.
Cada día una sorpresa, un nuevo reto al azar, prepara bien tu cabeza y no dejes de soñar.
Que nunca te afecte nada, no dejes de disfrutar, no te enfades, no te ofendas, no se te ocurra llorar.
El amor todo lo puede, el amor todo lo da. Sólo el amor algún día te podrá recompensar.
Vive pues amiga mía. Y no dejes de cantar.