Me despierto sin saber si es lunes o si es domingo. Y preparo el desayuno y saludo al padre sol.

Y me miro en el espejo y me veo y me agradezco por tener el alma limpia y un enorme corazón.

Y me alegro de estar viva y sigo dando las gracias por un nuevo y bello día que me hace suspirar. Y acaricio a mis tres gatos y desayuno un poquito y te quiero a cada rato mientras vuelvo a suspirar.

¡Qué fácil sería la vida si cada uno pudiera repetir esta escena sin principio ni final! Sin prisas, sin sobresaltos, sin tener que ir al trabajo, sin sufrir por el dinero, con salud y nada más.

Nada más y nada menos. La vida para vivirla, bajo un techo que te abrigue y un jardín para gozar. Con plantas y muchas flores, con árboles y hortalizas, con verduras de colores y con almendros en flor.

La vida que merecemos por nacer en esta tierra, tan inmensa tan excelsa, tan rica y llena de amor.

Ese es mi paraíso y el que deseo que tengas, ya está llegando la hora de poderlo disfrutar. Atrévete a merecerlo, agárralo con tus manos, no lo tengas sólo en sueños, te lo tienes que ganar sin el sudor de tu frente, sin tantas pruebas y penas, la vida desde el no tiempo, sin principio ni final.

Está llegando el momento de la nueva humanidad, para este tiempo vinimos a este mundo de verdad.

Alégrate hermano humano que el no tiempo llega ya¡!