Dicen que la patria es la infancia y tú naciste apátrida. Te caíste de una estrella llegar a darte cuna.
Un bebito sin su cuna, un chico sin armadura. Desprovisto de cariño, el alimento que más necesita un niño.
Y empezaste a lidiar con este mundo dual, sin entender el motivo de estar en medio del lío.
Tú no querías problemas, no necesitas anatemas, sólo un poco de atención, amor, paz y comprensión.
Y tuviste pocas dosis, pero eres resiliente.
Ganas en todos los frentes, eres sabio, niño grande.
Y hoy que ya eres todo un hombre según dicen los expertos, yo te siento aún como el niño que se miraba al espejo: ‘yo no necesito nada’ , me dijiste una mañana.
No querías más juguetes, tal vez preferías algún cachete.
Sentir que estabas ahí y que eras importante. Jugar a ser un gigante, que te amaran a morir.
Yo te amo, niño grande, serio, bello, transparente, sensible y algo inconsciente. Amigo de sus amantes.
Yo te amo y te deseo que encuentres ese tesoro que no se haya de otro modo que mirándose de frente.
Eres bello e inocente, eres un ser admirable. Listo, bueno, inteligente, guapo, tierno, inmejorable.
Caíste de aquella estrella 🌟 y nos llenaste de Luz♥