En silencio, sin mucha bulla, con amor y educación, sin hablar más de la cuenta y escuchando con al corazón.
Respetando tus silencios, atendiendo con atención, meditando con los muertos, viviendo con total pasión.
No creyendo casi nada, riendo sin ton ni son, aceptándome las lágrimas si lloran con emoción…
Sabiéndome buena y sabia, amando a mi Ser Superior. No le temo a casi nada, espero con ilusión, el día en que todos juntos demos una vuelta al sol.
Lo sé, lo siento, lo creo, hoy el cielo me lo dice, los ángeles de la guarda, aguardan a que se realice.
Lo respiro con paciencia y me duermo otro día más con complacencia y con certeza, con amor, luz y tranquilidad.
Hoy el cielo no es azul, pero a mí ya no me importa, yo lo pinto del color que a mi alma se le antoja.
Y así me paso la vida, creando mi realidad, dibujando con el alma, creyendo en la libertad.