Hoy me ha hablado el corazón y a mi me ha entrado la risa. Tenía mucha razón y una cara muy bonita. También me ha guiñado un ojo, con esa media sonrisa del que se sabe gracioso, es un corazón de artista.
Que te hable el corazón no resulta habitual, es toda un sensación de todo menos normal. De repente, sin buscarlo empiezo a oírlo latir y ya no se me hace extraño, verlo hablar, verlo reír.
Tengo un corazón bonito, gracioso y muy gentil, un corazón que se ríe, que habla, que quiere vivir, los años que a él le hagan falta para poder compartir con mis hermanos del alma tanto amor, tanto festín.
La vida que nos espera es para siempre feliz, llena de abrazos, sin penas, llena de besos, sin llantos, llena de risas de niños y canciones de abuelos sabios.
La vida que nos espera la conoce el corazón y mi ángel de la guarda me la guarda en un cajón.