Tienes apenas dos años y hoy me has roto el corazón. Tus ojos azul celeste tenían lágrimas de dolor.
Tu peinado perfectito, tu vestido de algodón, tu cuerpito de princesa, tu vida, tu condición.
Una niña que la guerra ha explusado de su nido, busca consuelo y abrigo en un corazón amigo.
Hoy MILANA ha sido el mío.
He enjuagado tus heridas con un poco de mis lágrimas y un abrazo de la ‘labu’ te ha curado las entrañas.
Me dueles linda Milana , me dueles por tantas penas que cargas en tus espaldas, me duelen todos los niños por tantas penas si causa.
Bendigo a todos los niños que como tú ‘milanita’ llegan a este mundo huérfanos de besitos y caricias.
Decreto desde mi Ser que nunca más en la vida los niños lloren de pena, que Dios siempre los bendiga.