Te voy a contar un cuento, un cuento corto, bonito, sincero.
Un cuento para adultos que se sienten pequeños.
El cuento de las ‘labus’ que creen en los misterios, y que viven la vida sin miedo a fracasar.
Un cuentito fresquito, que no produzca sueño, que aligere el verano y caliente el invierno.
Un cuento que te ayude a mirar como un niño, con mirada inocente y certeza total.
Donde brujas y duendes, y gnomos y princesas, bailan las danzas viejas de la sabiduría ancestral.
Te cuento que me siento volar, soy un cometa de colores eternos, con música celestial.
Te cuento que, de noche, cuando no tengo sueño, me meto en tu cerebro y te invito a bailar.