En la puerta del colegio te ponen haciendo fila, con la boquita tapada y la sonrisa escondida. Te embadurnan con un gel pegajoso y cochambroso y tú tierno e inocente ofreces tu ser precioso.
Luego te llevan al patio o te meten en un sitio donde te enseñan conceptos separado de otros niños.
No soporto este maltrato, no entiendo este desatino, es difícil despertar, todos hicimos lo mismo.
Pero hoy ya lo sabemos, hoy podemos elegir: seguir pisando el asfalto o empezar a vivir.
No se trata de creerte más listo ni mejor padre, sólo es cuestión de conciencia y de no ser un cobarde.
Todo se puede cambiar, el poder lo tienes tú, deja ya de mendigar, la vida es un don, señor.
Y no vais a conseguir que esta vida sin sentido se vaya haciendo mayor en los corazones vivos.
Hay otra vida mejor, ¡búscala, atrévete amigo! Olvídate del temor.
El mundo lo creas tú. Salva a tu niño escondido que sólo quiere seguir libre y feliz su camino.