El difícil equilibrio entre el aquí y el allí. Entre la burda materia y la sutil realidad. Entre tragar las mentiras y dudar de la verdad. El difícil equilibrio de vivir en soledad.
De despertar de ese sueño, de esa cruel dualidad. De saberse muy pequeño y al mismo tiempo inmortal. De vivir sin tanto miedo, pero temer olvidar que ya todo está resuelto, que ya no hace falta hablar.
Que las preguntas de antaño hoy las puedes contestar, que ya no te hace tanto daño entender la oscuridad.
Que el amor todo lo puede, que el amor todo lo da. Que estamos aquí de paso y nos volveremos a encontrar.
El difícil equilibrio en busca de libertad, detrás de todos tus miedos está la felicidad.