No quiero juzgarte, no calzo tus zapatos. No sé si fallaste o fuiste pazguato.
Si mentiste un poco de mentirijilla o engañaste mucho, o nunca en tu vida.
Tampoco me importa, no camino tus pasos, con los míos me sobra para ser humano.
Somos una farsa o una maravilla, a algunos gustamos a otros no hay tu tía.
Pero yo te creo porque considero que por encima de todo eres un hombre bueno.
Seguro que a veces dices tonterías, haces marranadas, piensas picardías.
Porque eres humano y divino a la vez, yo te honro, mi hermano, de la cabeza a los pies.
Sé que te conozco de un tiempo lejano, casi no me acuerdo, tal vez fuimos hermanos. O fui tu dulce madre o tu amante fiel.
A mi me da igual y sé que a ti también. Porque hoy aquí estamos, querido Fernando, y como hice ayer te daré la mano.
La vida ha querido que nos reencontremos, digamos ¡jallalla! y alcemos el vuelo🦅