Llevamos milenios esperando reencontrarnos. Hemos vivido muchas vidas sin apenas mirarnos. Nos hemos matado, amado, nos hemos odiado y perdonado. Somos hijos, amigos, hermanos, padres, magos.
Supimos que algún día por fin nos reuniríamos, al calor de una hoguera o en el zoom de este siglo. Después de esta pandemia que es el final de un ciclo de mentiras y engaños que nos tienen contritos.
Por fin nos reencontramos, los mismos que vinimos por siglos y más siglos a poblar esta tierra, a ver el infinito desde el monte más alto desde el mar más antiguo.
Somos los herederos de Atlantida y Lemuria. Los magos que trajeron incienso y mirra al niño. Somos renacentistas, románticos y hippies. Somos los teloneros del concierto divino.
Y hoy nos reencontramos y nos damos las manos y aunque ellos no quieran también nos abrazamos. Porque el virus de amor que hoy te regalamos no contagia dolor, solo luz y milagros.