Del infierno al paraíso sólo hay una línea divisoria. Pende de un hilo, de un gesto, de una mirada, de una palabra.
Todo o nada, nada o todo, todo es lo mismo y es igual. Una línea divisoria en contínuo movimiento que te hace estar en el cielo o morir un poco más.
Te puede matar el viento o te puede hacer volar.
Todo es sutil, es un cuento que te puede hacer llorar o envolverte en mil ungüentos y no parar de gozar…
Ese filo, ese momento entre el aquí y el allá, ese beso tan a tiempo o el desprecio más voraz.
Todo es igual o distinto, todo está bien o está mal.
Dependerá de tu aliento, de alentar a tu ego incapaz de reconocer que aún estás a tiempo de volver a Amar y recular tanto lamento, tanta rabia ineficaz, tantos desdenes y orgullos, tanta absurda vanidad.
Vivimos sólo un segundo, apréndelo a valorar, disfruta pues del momento, es Ahora, no hay más.
Lo demás es puro cuento una falsa realidad.
Estás Aqui y Es Ahora. Agracede por el viento que hoy te invita a respirar.