Me supones mala fe pequeño e inseguro ser.
¿Qué sabrás tú la de fe para adjudicarle una connotación ética? ¿Qué sabrás tú de la ética de una profesión amoral como la tuya? Si¡ digo la tuya, no la nuestra.
A mí me enseñaron la buena fe y siempre he creído en gente de buena fe.
En gente que mira y habla con los ojos, no con la boca mentirosa e interesada.
Me enseñaron en la solidaridad de una profesión que hace tiempo dejó de serlo, en aras de un mercantilismo de takes y cg’s
Me enseñaron a respetar a los mayores de un trabajo artesanal que se ha convertido en una fábrica despersonalizada.
La empatía, la alegría, el disfrute iban de la mano.
Me hablas de mala fe, pequeño y obtuso ser, que no aciertas a ver más allá de tus narices y tu inmenso ego, que algunos ingenuos como yo hemos alimentado.
¿Qué sabrás tú de la fe? Miserable ser pequeño que sólo sabe contar el dinero…
La fe es lo que sigo teniendo a pesar de esa densa energía antigua y obsoleta que destilas por tu boca.
La fe es intentar ponerme en tu lugar pequeño, de pequeño ser carente de amor y de fe.