Somos buenas las personas, nacimos sin pecado, nos hicieron creer que éramos malos.
Pero yo creo en el hombre que me ofrece su mano, que está cuando no lo esperas, que se mantiene a tu lado.
No es fácil vivir la vida, a veces hay demasiados gusanos y tenemos que comerlos sin que nos hagan daño.
Pero yo creo en el hombre, siempre he creído en mi hermano, nuestra historia se parece, nacimos desamparados…
Venimos del mismo sitio, aún estamos asustados y buscamos el amor, casi siempre equivocado.
Librémonos de las culpas, no juzguemos a destajo, todos fuimos inocentes, hasta que nos equivocamos.
Dejemos de hacer la guerra, que reine el amor este verano, que esta vida es demasiado corta para pasarla enojados.