Hoy me siento una aprendiz, tengo ya sesenta años y creo que soy feliz ante tanto desengaño.
Pensé que lo sabía todo, lo tenía todo claro y la vida se encargó de mostrarme el otro lado.
Me morí y te ví morir, quizá no tuve redaños…El amor todo lo puede y salimos del rebaño.
Muchos me creen infeliz, otros miran de costado, poco importa al fin y al cabo, que siempre eres aprendiz lo he aprendido con los años.