Un día 14 mi madre decidió abandonar su cuerpo y empezar a sostenernos desde el infinito. Su esencia nos acompaña siempre y especialmente los días ‘catorce’, para que no nos olvidemos de que no estamos solos y confiemos en que todo va a ir bien. Mamá es amorosa y su energía de amor lo inunda todo. Es mi energía y la de mis hijas y la de mi hermana y mis sobrinos. Es la energía de unión, de sostén, de saberse querido y de saber amar en la distancia. Es la seguridad de que lo estamos haciendo bien. De que todo es como debe ser y de que cada uno por sí mismo es una estrella con luz propia que alumbra al resto.
Gracias querida y añorada mamá por seguirnos acompañando desde el infinito.
Como cada día 14, mañana será de nuevo mágico.