¡Qué maravilla! Me visita una abubilla! Con su crestita tiesita y su gritito especial.
Una abubilla que anuncia días de rosas y amores, de risas y de reuniones, de abundancia sideral.
Una abubilla pequeña, marroncita, pedigüeña de caricias y mimitos, como los que da mamá.
La abubilla de los cuentos, la que trae buenas noticias, la que anuncia buenas nuevas, y finales de verdad.
Hoy me visita la risa, el amor, la paz, el aire, ese cielito de tarde que me invita a suspirar.
A creer que nunca es tarde, que puedo lo que me proponga, que no hay límites ni normas, sólo la Ley Natural.
Hoy he visto una abubilla, hoy me has dado otra señal.