No te enseñan en la escuela, no lo lees en los diarios,
tu madre no lo contagia, ni tu abuela, ni tu gato.
Nadie nunca te lo dice, que tú eres el mejor.
Que eres listo, bello, sabio, que eres igualito a Dios.
No te enseñaron a amarte y cuando te haces mayor,
vas dando palos de ciego mendigando compasión.
Reclamando las caricias, los abrazos y los besos
que tu nunca regalaste a ese que ves en el espejo.
Amor propio, amor del bueno, donde tú eres el primero
Tiene mala fama amarse, te catalogan de necio egoísta y delirante.
Amarte y saberte ver y aprender a conocer tus gustos,
tus caprichitos, lo que en serio quieres ser.
No te enseñaron, amiga, y cuando llega la vejez,
andas cazando las moscas que luego habrás de comer.
Amor propio, amor del sano, amor sin más intención
que ser siempre la más bella que amará tu corazón.
Amor que no tiene reglas, ni deber, ni compromiso
Amor que viene de lejos, que es amarte como a un hijo
Amor que tuvo tu madre cuando un día te parió
Amor que es grande y eterno y que te vuelve del revés.
Porque te hace más sabia, porque te ayuda a crecer,
porque te alimenta el alma y se expande por doquier
Amor propio para darte, necesitas tu primero,
para amar a los demás, date a ti amor, compañero.