Te voy a contar un cuento, un cuento que nunca te han contado.
A nadie le interesa que seas fuerte y sabio.
Había una vez un mago que no sabía que lo era, que daba su poder a cualquiera.
Un mago tan precioso, tan fuerte y poderoso…un mago luminoso, blanco, un mago esplendoroso.
Por donde él paseaba dejaba estelas de oro.
Y no se daba cuenta, cedía su poder, a todos y a cualquiera donde se dejaba ver.
Tú eres ese mago y no lo sabes ver.
Recupera tu magia y vuélvela a ejercer.
A eso hemos venido: a crear paraísos, a sembrar azucenas, a volar como los pajaritos.
Recupera a tu mago y sé el dueño de ti mismo.
Confía en lo que eres y mantente al acecho,
empezarás entonces a ser libre y perfecto.