Despertar cada día es un regalo de la vida, abrirte a la poesía de un nuevo amanecer. Puede ser otro día tranquilo y sosegado, depende de tu estado, no busques el porqué.
Los días y las horas, las semanas los años, trampas del calendario, enredos del mental. La vida es un fluir de equilibrios extraños, no hay tiempo, no hay espacio, eterno devenir.
Abre los ojos pues a otro día divino, bendice tu camino, la luz que te acompaña. Equilibra la sombra que se mueve contigo, esquiva sus mentiras, agradece y avanza.
No mires hacia atrás, no temas el futuro. Contempla el sol de hoy, sin pensar en mañana. Y no te quedes quieto, avanza, siempre avanza, convencido de que siempre saldrá el sol en tu casa.