Impaciente está el alma, te espera hace ya tiempo,
necesita que vengas a cumplir con su sueño
Vivió ya muchas vidas, errando y aprendiendo,
pariendo bienvenidas, destapando misterios.
Impaciente está el cuerpo después de tantos años
de tantos desperfectos, de tantos disparates
Te espera de puntillas, detrás de los lamentos
disipa las mentiras, alivia los tormentos.
Impaciente la mente que juega al escondite
que se viste de noche de fantasma imponente
Que me tiene contenta con tanto pensamiento
que me mantiene insomne hablando con los muertos.
Necesito que vengas dulce era de acuario
a curar mis heridas después de tantos años
de tantas despedidas, de los actos fallidos
trae ya las maravillas que nos has prometido.
Bienvenida a mi casa, está abierta la puerta,
quítate los zapatos, la mesa ya está puesta.