No puedes bajar la guardia, debes estar al acecho. Te necesitan cansado, triste, desmoralizado.
Y en cuanto bajas la guardia te atacan por todos lados.
Son energías oscuras, insectos, larvas, criaturas, que se alimentan de ti, de tu emoción, de tu sufrir.
Por eso hay que estar atento, en guardia, con mucho conocimiento, para poder discernir y no entrar a discutir.
Cuidar la mente y el cuerpo, tu sutileza y tu aliento. El estómago, el cerebro, todo tu ser es pasto de los más negros, si descuidas su cuidado, si estás siempre preocupado.
Si te enfadas, si te enojas, si sufres por cualquier cosa.
No te dejes engañar, no has venido aquí a llorar. Ni a pensar en lo peor, te mereces lo mejor.
Brillar, amar, sonreir, feliz como una perdiz.
Para sembrar buen ambiente en el este y el oeste, para vibrar siempre alto, con amor, con entusiasmo.