Encerrado en este envase mágico, decidí un día venir a visitarte
Me disfracé de hijo o de padre o de amigo
Elegí mi camino, a veces sin demasiado tino
Y sorteé los obstáculos que me tenía preparados el destino
A veces sufrí mucho, con mi cuerpo y mi mente
También disfruté mucho, en esta dualidad perenne
Obté por el amor dejando a un lado el miedo
Se vive mucho mejor sin queja y sufrimiento
Descubrí el gran poder que tengo y que no ejerzo
Aprendí que mi envase es sabio y muy perfecto
Empecé a confiar en la vida y mi cuerpo
Desarrollé la paciencia, la intuición y el agradecimiento
Que todo es energía lo aprendí con el tiempo
La vida se encargó de mostrarme el momento
Para que no dudara del poder que yo tengo
Para que disfrutara de mi alma y mi cuerpo