Esta tarde meditando he encontrado el santo grial. No estaba muy escondido, lo tenía dentro de mi corazón.
He sabido para lo que había venido hace medio siglo hasta este planeta azul.
No vine para ser monja, ni para ser la mejor. No he venido a competir, ni a hacer cada día el amor.
No he venido a trabajar, ni a llorar, ni a pelear. No vine para coser, tampoco vine a cantar.
Yo no he venido a sufrir por llegar a fin de mes, no vine para ser madre, ni hija, ni buena mujer.
Yo vine a ser el AMOR que se escribe con mayúscula. El amor que no se rinde, el AMOR que no se gasta
Porque sólo soy AMOR, sólo el AMOR, sin más carga. Amor para regalar a todos a los que les haga falta.
He venido a ser AMOR, sin miedo a morir mañana.