No bajes la guardia, estás muy cansada y las luciérnagas están apagadas.
Llueve chirimiri dentro de tu almohada, fuera huele a tierra, dentro a mermelada.
No bajes la guardia, mujer de las lunas, que creas milagros con cada andadura. Eres la princesa de los sueños de oro. Eres fuerte y tierna. Eres un tesoro.
No bajes la guardia, sigue dando teta, como si la tierra estuviera hambrienta, porque mariposas hoy revolotean entre los pezones y las azucenas.
No bajes la guardia, porque ya has ganado todos los trofeos que siempre has soñado, has dado caricias que saben a mar, eres una estrella, eres un volcán.
No bajes la guardia y mírate al espejo y quiérete mucho, ese es mi consejo.