Cuando te hagas muy mayor y te olvides de los «guaguas».
Cuando todas tus «putetas» solo sean pelotas para dar patadas.
Y el canguro y la castañera y la piernas y los «cololes»…
Cuando no soples si quema ni pidas teta a borbotones…
Cuando vayas solo al parque a jugar con tus amigos, cuando leas todos los cuentos y yo ya esté contigo…
Recordaré tus primeras palabras de bebito lindo y chico, cuando apenas caminabas con ese porte divino.
Cuando decías ventana y persiana y también trona. Cuando no callabas nunca y todo lo comprendías.
Cuando seas muy mayor y ya no te coja en brazos… y no te corte los rizos y no cocine a destajo.
Cuando te comas la sopa sin cogerte de mi brazo, te amaré todavía más Brunito precioso y sabio.
Te amaré hasta que decida dar el salto al otro lado.